Alice Miller nos dice que tenemos manera de huir de lo que está en el cuerpo. O le prestamos atención o tendremos que sufrir las consecuencias.
«Tenemos guardada en el cuerpo la verdad acerca de nuestra infancia; y, si bien podemos reprimirla, nunca podemos cambiarla. Podemos engañar a nuestro intelecto, manipular nuestros sentimientos o confundir nuestros conceptos, y podemos engañar a nuestro cuerpo con medicación, pero nuestro cuerpo termina por pasarnos factura un día, pues es tan insobornable como un/a niñ@ que, de espíritu siempre íntegro, no acepta componendas ni excusas, y no para de molestarnos hasta que dejamos rehuir la verdad.»